La distribución normal o “Campana de Gauss”: Como cambiar de suerte
La distribución normal
es una distribución de probabilidad de variable continua que describe los datos
que se agrupan en torno a un valor central. Todo proceso donde los valores
cambian por causas aleatorias o el azar, tiene distribución normal. Esta
condición es frecuente en fenómenos naturales (por eso el nombre de “normal”).
La representación gráfica es la curva de distribución normal, llamada también
campana de Gauss en honor de Carl Friedrich Gauss, a quien se le atribuye
erróneamente su invención y que la usó frecuentemente para analizar fenómenos
astronómicos.
La distribución normal
es la más conocida y utilizada de todas las distribuciones, es el estándar de
referencia para muchos problemas de probabilidad. Algunas aplicaciones en
medición, psicología, educación (Cada caso será desarrollado luego, con
detalles y cálculos).
(i) Determinar el
porcentaje de casos dentro de límites, puntajes o valores dados.
(ii) Determinar el
porcentaje de casos que están por encima o por debajo de un puntuación, punto o
valor de referencia dado.
(iii) Determinar los
límites de puntajes que incluyen un porcentaje dado de casos
(iv) Determinar el rango
percentil de un estudiante en su grupo.
(v) Averiguar el valor
percentil del rango percentil de un estudiante.
(vi) Comparar las dos
distribuciones en términos de superposición.
(vii) Determinar la
dificultad relativa de los elementos de prueba, y
(viii) Dividir un grupo
en subgrupos de acuerdo con cierta capacidad o habilidad y asignar la
calificación correspondiente.
En la práctica, por lo general, usted no
conoce la distribución real de su población, pero puede aproximarla por una
distribución normal con una precisión razonable, apoyándose en el Teorema de
Lyapunov o “Teorema del límite central” (TLC). La justificación está en la aleatoriedad
de los datos, la presencia de muchos factores independientes y el tamaño de la muestra
(30 o más). Con más corrección, en vez de la verificación teórica de su distribución,
se aplica una prueba de normalidad para ver si es posible la aproximación a la
normalidad a partir de la muestra.
Este procedimiento es muy útil cuando no se
conocen la media o la varianza de una población y tiene que hacer una
estimación a partir de las estadísticas de las muestras. Por el TLC, la
distribución de medias de muestras de una población de un tamaño
suficientemente grande (30 o más elementos) sigue una distribución normal,
independientemente de la distribución de la población.
La psicóloga Mónica Ferrero
afirma que la depresión NO es una enfermedad, sino una DECISIÓN. Cuando nos
ocurre algún infortunio (la pérdida de un ser querido, una ruptura de pareja,
la pérdida de un trabajo), es normal y necesario estar triste durante un tiempo;
ante cualquier pérdida es necesario “elaborar el duelo”, “atravesar ese dolor”
para poder superarlo y crecer a partir de él.
La
tristeza se asocia a menudo con la depresión. Existe depresión si la tristeza
dura al menos seis meses; además de la “renuncia, el abandono”. Se diagnostica la depresión cuando la persona “tira
la toalla”, se rinde y “renuncia a la vida”. Y eso es una
decisión. Nadie es culpable de que algo doloroso ocurra en su vida y sienta
tristeza, pero puede decidir qué hacer, por lo que tiene dos opciones, afrontar
el problema o rendirse. Con esa decisión,
se elige el crecimiento a partir de la adversidad, o el hundimiento y caída en la
depresión.
Cada acción, por
pequeña que parezca, que recuerde la vida antes del incidente nefasto, se
convierte en el mejor antidepresivo. El cerebro
empieza formar las endorfina y sustancias similares a los antidepresivos. Quizás
en dos semanas, el cerebro ya no cree que está depresivo, recupera las ganas de
hacer cosas y las ganas de “vivir”.
En
otras actividades o situaciones, en la curva normal, se salta del extremo
izquierdo al derecho. Es un salto cuántico, que exige cambiar de puntos de
vista de manera radical. No te preocupes por lo demás, eres tú quien cambia y
encuentra el espacio más cómodo.
Referencias
SUPERAR LA DEPRESIÓN SIN FÁRMACOS
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